En un mundo cruel, dejamos volar nuestra imaginación.
En un mundo que no nos pertenece, apuramos los vasos de licor.
Desearíamos pintar el sol.
Desearíamos dormir en las calientes aguas de los lagos volcánicos.
En un mundo que nadie nos pidió permiso para entrar, matamos las horas imaginando otros universos, adorando a otros dioses. En un mundo que no queremos entender, notamos la fría caricia de la muerte a cada instante, esperando que finalmente se convierta en un abrazo, y sin poder hacer nada.
Y los días va pasando entre recuerdos y olvidos.
Entre razones y emociones.
Si saber bien porque estamos aquí, van pasando los años, contemplando un mar que nos vigila orgulloso.
Pisando sobre rosas
Andando sobre nubes
Pisando sobre las armas
Andando sobre el aire
Pisando sobre cristales rotos
Andando sobre tus labios
Pisando el fuego
Andando sobre el horizonte.
Atravesando la luz
Cayendo en tus brazos.
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